|
Detrás
de las últimas cordilleras del País de la Nubes Permanentes,
patria de El Mercenario, existe una gran meseta cubierta
de nieves perennes llamada La Gran Llanura. Se trata de
una estructura geológica compuesta de varias capas de lava
volcánica que encierran estalactitas y estalagmitas, grandes
cavernas y lagos de ácido subterráneos.
Hay también cráteres humeantes de los volcanes que,
medio dormidos, aún conservan magma latente en sus profundidades. Por esta razón, el subsuelo mantiene una temperatura
templada que hace derretir la nieve de la superficie; el
agua gotea y circula por debajo de la capa superior llenando
los cráteres, enfriándolos y manteniendo una delicada termorregulación.
En algunos casos, el agua consiguió filtrarse por las grietas,
y la erosión y los siglos han formado ríos subterráneos
de desagüe.
En uno de estos cráteres se encuentra, aislado, el
Monasterio de la Orden del Cráter. Se trata de una hermandad
cuyos monjes se dedican a almacenar y preservar el saber
humano. Actúan también como vasos comunicantes entre las
diferentes culturas, dosificando cuidadosamente los conocimientos
que en cada momento creen necesario desvelar. La máxima
autoridad de la Orden es un anciano al que llaman Gran Lama.
|